CUIDADOS BASICOS DE LAS ROSAS
Se aproxima el dìa de Sant Jordi en Cataluña, hay una tradición muy Romàntica, que los enamorados regalan una Rosa y las enamoradas responden entregando un libro.
Había un dragón que atacaba al reino. Muertos de miedo, los habitantes decidieron entregarle cada día dos corderos al dragón para satisfacer su hambre y que no atacase la villa. Pero cuando los animales empezaron a escasear se decidió enviar a una persona —escogida por sorteo— y un cordero. Aquella familia que veía cómo un miembro era devorado por el dragón recibía, a cambio, todo tipo de riquezas como compensación.
A partir de aquí, hay dos versiones de la leyenda: por un lado, que el pueblo se cansó de que ningún miembro de la familia real fuera enviado y que por tanto debía ser la princesa quien fuera devorada y, por otro, que un día fue la princesa la escogida por sorteo para acompañar al cordero. Sea como fuere, de camino hasta la cueva del dragón, la princesa se encontró al caballero Jorge y éste, matando al dragón clavándole su espada, la rescató. De la sangre que brotó del cuerpo sin vida del monstruo nació una rosa roja que el caballero le entregó a la princesa.
El rey ofreció al caballero todas las riquezas a imaginar, pero él prefirió que se repartieran entre los habitantes del reino. Además, se construyó una iglesia en su nombre, de la cual brotaba un agua milagrosa que era capaz de curar a los enfermos.
Por eso, en Cataluña, Baleares y en partes de la Comunidad Valenciana es costumbre cada 23 de abril que los hombres regalen rosas a las mujeres, como si de un caballero y una princesa se trataran. Ellas les regalan un libro, recordando el enterramiento y fallecimiento respectivamente de dos grandes de la literatura europea, Cervantes y Shakespeare, y otro hispanoamericano, Inca Garcilaso.
Santurce, en Vizcaya, proviene de la evolución romance y la contaminación del euskera de San Jorge, tal y como era denominado en latín en la Alta Edad Media. Esta denominación era extraña en el entorno, dado que no es normal encontrar en Bizkaia topónimos con este origen ni una especial relación con la figura de este santo. De hecho, se suele explicar desde la leyenda esta singularidad, atribuyéndose el origen del nombre de Santurce a algunos monjes ingleses asentados en la aldea que fundaron un monasterio dedicado a San Jorge.
Sea como fuere, Santurce ha tenido siempre como patrón a San Jorge y en su honor se celebran, desde tiempos antiquísimos, el 23 de abril las Fiestas de San Jorge. (wikipedia).
Vamos a dedicar estos días al cuidado básico de las Rosas:
Lo primero son los cinco tips que debes tener en cuenta para conservarlas:
1. Corta el tallo en forma de bisel para que retenga la humedad.
2. Si quieres que se conserven, aplica al agua una gota de hipoclorito o lejía, y un poco de azúcar.
3. Es importante para conservación que la mantengas en lugares refrigerados, y con agua fría y si puedes con unos cubos de hielo.
4. Si deseas que los retoños abran, es indispensable colocarlas al sol.
5. Retira los pétalos externos que las protegen.
La Llegenda de Sant Jordi
L’altra gran llegenda montblanquina la recollí el costumista català Joan Amades que situà la lluita de Sant Jordi amb el drac davant mateix les muralles de Montblanc.
Temps era temps que un drac ferotge atemoria els voltants de Montblanc. Devorà els animals de pastura fins al punt d’amenaçar la integritat dels pobladors de la vila. Per tal d’evitar l’atac de la bèstia es decidí lliurar-li cada dia un montblanquí. Es va fer un sorteig entre la població, inclosa la família reial, i la sort volgué que la persona triada fos la filla del rei. Quan es disposava a ser engolida pel drac aparegué un cavaller i la salvà ferint de mort al drac. Era Sant Jordi. On el drac vessà la seva sang hi nasqué un roser amb roses vermelles. Des d’aleshores es manté la tradició catalana per la qual els homes lliuren una rosa a la seva estimada.
Anualment, coincidint amb la diada de Sant Jordi (23 d’abril), s’organitza la Setmana Medieval de Montblanc. Durant dos caps de setmana la vila reviu el seu passat medieval i als carrers, places i torres de la muralla llueixen les banderes i estendards senyorials. Se celebren multitud d’actes que transporten el públic assistent a l’edat mitjana: la representació de la llegenda de Sant Jordi, les escenes de la vida quotidiana, el sopar medieval, una trobada de foc, el mercat medieval, l’escenificació de les Corts Catalanes, etc.
La Setmana Medieval de la Llegenda de Sant Jordi ha esdevingut el gran aparador de Montblanc. Per la seva fidelitat i rigor històrics, varietat d’actes i projecció exterior ha estat declarada Festa d’Interès Turístic Nacional a Catalunya i a l’Estat Espanyol.
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