viernes, 7 de marzo de 2014

DE LA SANGRE DEL DRAGON,SURGIO UNA ...

CARTAS SIN REMITE (UNA NOVELA DE HEROINAS MODERNAS)

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Esta  es la historia o mejor una leyenda de amor …


Escrita  en  papeles  viejos  a pluma o  lápiz con tinta  pùrpura , todas ellas sin  remite pero con destinos establecidos, en  sus líneas atesora los  grandes  secretos de  juventud  de un par de  almas  perdidas  en el tiempo y  en la  pasión que se  amaron  desde el mismo  momento en que se  vieron, y  hasta  el  ultimo día  de  su  vida.


Nuria  era  una mujer   valiente,  con una  vida  construida  a   base  de  golpes, su  mirada  denotaba  bondad  y a la  vez fortaleza.   Mujer inteligente  , libre con un  alma  revolucionaria,  en  ello radicaba  su  belleza,  en la  candidez  y fuerza de su mirada , en  la altivez  y  e el misterio de su  carácter,  en  ser  transparente  y  a la   vez  enigma bajo    llave , en un   alma sincera no con ello,  inundada de  secretos y  verdades a medias.

Era  diferente  a todas y cada  una  de las personas que conocemos, respetando y conociendo  su  particularidad.  Brillaba con una  llama única que denotaba  la sabiduría  la  que poseen  “ los  espíritus  superiores” , que  diferencia   a los luchadores  de los  vencidos.  Todos los  actos de su  vida estaban impregnados de  “pasión”, esa  que  distingue y   transforma  a seres particulares  en  almas  especiales que los  conducen a  grandes  destinos.

Esa  era ella un  torbellino de emociones y sentimientos , una  llama ardiente  de pasión y  valentía, que  amaba como  creía en lo que hacia y porque  vivía, creía  que  el  propio infierno o paraíso se  tenia en este mundo de  lucha  constante entre   ángeles y  demonios.

Sergi  fue  el amor  secreto  y  eterno de  Nuria, escrito  con  letras rojas  de pasión  que no se  olvida, idealizado por  el  tiempo y los  años ,  conservado  en los  recuerdos que   los traen  a la vida, con intensidad y  fuerza.


En  la mirada  perdida de la  abuela que sin decir  nada lo contenía  todo, allí  quedo  atrapado  él.




EL BAILE DE LOS  DE ABAJO
Autora: Nuria Ruiz (Seudónimo)
“En una  guerra   siempre  se olvida  el perder con  dignidad”. El mundo esta  lleno , de pequeños  héroes anónimos con ansias de  libertad, con   futuro incierto. Tal vez ninguna  calle  lleve  el nombre  de  ellos: de  aquel  soldado  anónimo (héroe  o  ángel,  que   en su momento hizo a Nuria  continuar,  o  el  de la misma  Nuria ).  Los  recuerdos o las  historias  solo quedaran en la memoria; los  miles  de  niños ,  jóvenes , mujeres,  que  dieron su vida  por la idea  de una  “revolución  romántica”,  y aquellos que  lograron  sobrevivir  y dejaron  sus  sueños  en los  campos al cambiar los libros y las pistolas de  juguete por  fusiles que no sabían disparar  y menos contra  sus  compañeros de juegos  y amigos de escuela, aprendiendo  que  los ideales  no se imponen a base de  sangre, golpes  y  violencia.   De  ellos,  solo  sabremos   que   algunos contaron con la suerte  de atravesar los  límites con  Francia  y los  países  aliados para unirse  a la  legión  extranjera , muchos optaron por el exilio y  terminaron  sus  días lejos  de  sus   familias y  de  esta  tierra   por la que tanto lucharon .






Mariana  Ginestâ (la  Sonrisa  que  planto  Cara  al  Fascismo[i]






Port de  Tarragona, 1936

Nuria   vivía  cerca  a  la plaza  Font, cuando  los  disparos  de la  calle y los  gritos  la hicieron  salir  de  sus  cavilaciones, arregló su  vestido negro,  se coloco  su  gabardina, su  sombrero y salió  a  ver lo que  sucedía; era  su  deber  periodístico .





Cuando  vio  la  turba  de  gente, los incendios  en las  calles y  la  iglesia  cerrada  con  miles de  personas  arrojando  piedras ,destruyendo todo,  apresuro el  paso  y como  pudo  llego a la  gaceta, estaba  cerrada; sintió  como  la  tomaban por la   espalda  y la llevaban, por un momento perdió el  conocimiento, cuando  despertó se  encontraba  en  una   bodega  abandonada  del  puerto, con los  ojos  vendados.
Lo  que  allí   vivió  quedo  guardado en lo más recóndito de  su ser , recordar, era  para ella,  morir  en  vida.
-Entra  P…,  perra  Catalana – Le gritaba mientras  la  arrojaban contra el suelo de la  celda.
-¿ Grita, a quién  le   vas  a pedir  ayuda?- ¿en donde  están  tus  pijos amigos?






 No  calculo cuantos  días estuvo en este  pequeño  cuarto, con  olor  a pescado y a podredumbre.[1] Al  principio  la  sensación de  hambre no  era  tan  apremiante, con los  días   se  incrementaba un enorme  vacío  que la  atravesaba  y  la carcomía ,hasta sumirla  en un tremendo desasosiego<un  puñal  atravesándole  las  tripas>[2], comparable solo con la  sed intensa , que  calcinaba su espíritu y  la  hacia alucinar[3].  En tropel llegaban los sentimientos y  la  atormentaban; la impotencia, la minusvalía , y aquel apego que tenemos  a esta  vida,  “el instinto de supervivencia” mezclado con las  ansias incontrolables de libertad que  solo han  sentido  aquellos que  han estado  privados de la misma o  en  cautiverio.[4]
Al pasar de  los días el  panorama se  tornaba  más  gris.  No podía  distinguir, entre  el  día  y la noche,  solo cuando  sus  captores la  llevaban  a una  celda  aledaña ( la  luz del sol se  asomaba tímidamente  tras los  barrotes de la ventana que daba al patio), esto  fue el  primer día, el sol  antes  de la  tempestad (el preludio  de lo mal  que la pasaría).  Su cuerpo se erizaba y  temblaba  sin control, solo con el hecho de  notar  los  pasos  y  las llaves  abriendo el  cerrojo de  la   celda, todo su ser protestaba  rehusándose a  recibir  el  castigo  dispuesto:
-Habla  puta- o serás otra poeta  muerta- le  chillaban
-Mira  que  eres  muy guapa , para  terminar  cual  zorra, manoseada por  todos -la  boca  mal  oliente  del truhán  se le  acercaba  , lamiéndole  con su lengua el  cuello,  sujetándola.
Su rechazo desataba  los demonios del torturador , quien emprendía  con  más ira y  violencia  contra ella, infligiéndole una nueva  tortura:
La  arrastraba del  cabello, obligándola  a entrar  a la  celda  de  castigo,  con tal  fuerza  ,que llego  a  pensar  que se lo arrancaría.  En  cierta forma,  cuando la rasuraron lo hicieron casi de raíz , lastimando el  cuero  cabelludo (con una maquina manual  antigua)  < luego del  dolor, sintió  cierto  tipo de alivio y alegría “ no tendrían  de donde  sujetarla”>.
Nuria contenía las  lágrimas de dolor, indignación y rabia “nunca  lloraría  ante  ellos”. Recibía su  tortura, con resignación  única,  evadiéndose de su realidad  con  sus pensamientos; en  su mente  podía volar y ser libre, viajar en el tiempo, volver a gratos  recuerdos y  hermosos lugares. Mantenía  su espíritu vivo ocupando su mente, elaborando la situación y preguntándose  -el malsano- ¿por qué?-, ¿por qué   la   rabia  de  sus  captores,  y  la  crueldad  de  sus actos? si había un  Dios , ¿por qué  no estaba  allí?. ¿por que  vale  la pena  vivir o morir?.  Tuvo  tiempo de  analizar y  conocer a  sus  captores, y  sus pensamientos[5].
Una   mañana   gris, su cuerpo no daba para sostenerse en  pie,  entre dos   la arrastraron  por  aquel largo pasillo:
- ¡Átala  con las  cadenas  ¡, las  que  cuelgan del  techo, el maestro ordeno, el muchacho obedeció temblando, luchando  con  un enemigo superior a él “Su conciencia  y sus nobles sentimientos” , lo  hizo con delicadeza , con  temor a dañarla. Cuando  ordeno colocar las pinzas  en los pezones, el joven noto un  leve  quejido  de dolor e instintivamente emprendió la  retirada.
-Gilipollas, no puedes, quítate de aquí, enciende la electricidad.-Le  grito el maestro.
  Los  ojos  de  Nuria  se  centraron  en los  de  aquel  muchacho , no  pudo evitar  ver su  brillo  a través de  la  lagrima  que  lo inundaba:
- sube  el taco, Gilipollas-  el corrió avergonzado , huyendo de la  situación; no hizo parte  del  festín  que  siguió.
   Entraron  dos sujetos , el tercero entro algo después ,buscaba algo  en  el jardín (un tallo  de  rosas  con  espinas).    Los gritos  y  gemidos iniciales, se tornaron en un profundo silencio, ante lo cual  el muchacho no  tuvo más que inspeccionar la situación . Esta  escena   jamás la  borro de su memoria < La  tenían sujeta,  uno  introducía  el  palo  por la  vagina, otro   su  verja por  el  ano  y   el  otro por la  boca. Arremetían  contra ella, cual   bestias  salvajes,   rompiendo  sus  entrañas,  en  el  afán  de  doblegar  su espíritu> .
Sin noción del  tiempo, ,[6]  resistió  la  que fue su más  grande  tortura ,“la violencia  contra  su pudor  e intimidad”, hubiera preferido morir de  hambre o de  sed pero intacta su  dignidad. Su  cuerpo  masacrado,  sus entrañas perforadas,  su intimidad  expuesta , presa  de  la  burla  y la degradación, de los  comentarios obscenos e hirientes.
Aquel día, se dejo  morir en  vida, vencer , se  abandono; extendió  las  alas y  espero pacientemente  que  vinieran por  Ella.  Tanto  así que  fue  dejada  en  el corredor, creyéndola muerta, rodeada  de  sus propios  excrementos y  entre  la  sangre   que no supo identificar  de  que  parte provenía, se  fundió en un profundo sueño:
Del  silencio de la  tarde ,la  lluvia, surgió una voz  ronca y desafinada, pero alegre , que la saco del letargo; se  acerco  como pudo  a la ventana  logrando ver ,  aquel  joven  soldado ,abrazando su fusil,  coquetamente engalanado con  la  bandera Catalana que se contorsionaba como una  falda de estelas; su rostro alegremente miraba  al cielo, disfrutando las  gotas de  lluvia, mientras entonaba: ¡Catalunya triomfant, tornará a ser rica i plena!…[7]
Ella  cerro los ojos ,  siguiendo la  tonada; tarareándola  , cantando y luego  bailándola. Sus  recuerdos  volaron por  el tiempo   ,llegando  aquel  rincón  escondido  cuando  tenia  6 año, bailando   con él abuelo  sobre sus  zapatos;  él la invito  a  bailar  y ella  antes de  subir  a sus  zapatos  le  replico:
-Abuelo te  voy a pisar, aunque , pequeña  y ligera –





El le  sonrió, -Mira  “Els Castells” nena-
- ¿Por  cuantos  brazos entrelazados pasas? ¡ no estas  pisando ¡, sus brazos  son los  peldaños  de  la escalera, en que te debes apoyar  para  subir   y  colocar   la  bandera en  la  cima--¿Quieres estar  allí? .   Tendrás  que  subir por los   brazos de muchos  o “ pisar “.  Los mas  fuertes, quedaran abajo, siendo la  base ,unirán  sus  brazos  para  que tu puedas subir; los  más   agiles   y ligeros  arriba, escalaran y colocaran la  bandera en la  cima.  ¡Observa¡, si   uno se  retira  del  grupo, todos  caen, cada cual  sabe  su papel  y su lugar  ,  y confían  ciegamente  en  el otro, en que lo  harán  , por  un bien  común  “ colocar  la  bandera  en  la  cima” - Las  lagrimas  de  tristeza  se convirtieron  en  gotas de alegría, que  lavaron  su  corazón, limpiaron  su  alma.  La Fe  perdida , en  una luz  de  Esperanza, y  el malsano por que?  En  un  aventurado Para que?
De   aquel   pasillo   retumbo un  grito ahogado, salió  de las entrañas de Nuria: -SALUT- . Del    patio,   se    completo  la  frase ( Un coro  ,encabezada  por el soldado y todos los  reos):-I FORÇA AL CANUT-. “Ahora su muerte tenia sentido, el creer y defender un ideal común, diseminado por  cada  rincón de   Cataluña  ( Reus, Constanti, Barcelona, Tarragona etc.)[ii] , Morir , por  y para algo.. “Mantener los ideales  vivos en lo niños de la Revolución romántica”.[8]


Aun así y a pesar de  todos  los intentos infructuosos , no fue  posible  que  Nuria  delatara a  sus  cómplices , “los   cabecillas  y los lideres  del  naciente grupo”. Al entrar  el  fascismo  en  las calles de  Barcelona , empezaron   aparecer una  serie de  Pasquines con claras ideas  antifranquistas , en los que  se  fomentaban los  derechos   humanos y  la  libre expresión,  firmados  todos  ellos  como   “la  sociedad  de los  poetas  muertos”, ,  siempre  terminaban los mismos   (Catalunya libre …forcé  i caput)”.  Tras cada  tortura , repitió   una y otra  vez :
- no  sé-, negaba tener la menor  idea  que  existiera. Pensaba “todo   lo  que  un día inicio  como un  juego de  niños,  una  quimera de  juventud, cuantas  vidas a costado” .
Una  mañana  a mediados de mayo, todos  los  reos fueron  reunidos ; el sacristán  ,empezó  a  impartir las bendiciones[9] y a rezar una oración de  Santos  oleos.
-A donde  nos  llevan?- pregunto uno de los reos.
-A  donde  crees, a  construir  una  iglesia?- Respondió sarcásticamente  un soldado.


Portrait of a Soldier
This portrait shows a soldier in original uniform from World War 2. The look of the image is an according vintage style. Detail was extracted with Topaz Clarity and Detail and a bit of NIK bleach bypass. Color toning and frame was added in Alien Skin Exposure. It is part of my upcoming army backgrounds for composite images, including trucks, tents etc.



Luego   fueron  empujados, cual   borregos  al matadero  ,por   entre las  montañas, con paso firme ,en un silencio  sepulcral y eterno, interrumpido  por  los sollozos de algunos reos; cuando llegaron  al  borde  del  rio,  los  soldados   fueron  llamados  ; Nuria tuvo la certeza  que  su  destino llegaba a su encuentro ,simplemente se dejo ir, rezo , acepto su muerte  material, pidió perdón  y se  encomendó  a su  abuelo.
Cuando iniciaron los  disparos, un cuerpo  gigante , cayo  sobre  Ella; cubriéndola   con  sangre  y  salvándole  la  vida, fueron unos  segundos en que  su respiración paro (  por  el  peso  del mismo) , el  ruido  de los  tiros   de  gracia , retumbaban  en su cabeza. Un  soldado  se  acerco , y  con el  fusil  desplazo algo el cuerpo que la  cubría, los  ojos  de Ella se abrieron de  terror, tras una inspirar  profunda(fue un  instante  que  no pudo  contener  tomar  el ultimo  aliento). Escucho  el  disparo,  que  retumbo en sus oídos,  toda  su  vida  paso como una película, sonrió, ahora  tenia  la respuesta  a su pregunta <por que  vale  la pena  vivir?, o morir? y la  certeza  que  su muerte no era en  vano.  Fueron    ochenta  o quizás  más los que  fusilaron ese día.
Unos ojos negros profundos, se clavaron en Ella, La hipnotizaron y  paralizaron por  unos  segundos , era  la  segunda  vez  que los  veía, esta  vez no nublados[iii]  con una mirada clara de  alegría.  El soldado  movió los   labios  y en silencio pronuncio (el  mayor  grito , que  la hizo  volver  a la  vida):
-       SALUT  I FORCA –





Cuando pudo  incorporarse, los  soldados se  alejaban, el disparo no era  para  ella ( la  había  salvado por segunda  vez), se incorporo  y corrió cual  liebre , por  aquellos  bosques;  fueron  varios  días de hambre y sed, pero libre, hasta  que llego  atravesando  parte de los  Pirineos  a  Francia.
-Sergi, Eres  Tú? <aquel  nombre  que   nunca quiso revelar “Su poeta  muerto-El  Ángel por  el  que  valía  la  pena  morir o  luchar” .se   acerco y la   alzo  en  sus  brazos.   Nuria ocultaba su rostro con Vergüenza(lo mal que se veía).  Para los  ojos de  El , nunca  estuvo más    hermosa ,  retiro su mano y  la   beso  con ternura, cada una de sus heridas ( el sabia, que le debía la vida). Así inicio   el  exilio   voluntario,  para esta  joven pareja, primero  por  ferri   para  terminar  en  Francia, trabajando  en  “La  Gazzeta”   de  un  poblado  cercano. 





Hasta allí  llego   los   tentáculos  del  nacismo, con la premisa clara  de  no terminar  sus  días  privados de la  libertad , en un campo de  concentración  o fusilados,   iniciaron  su  aventura  a  América  Latina.

Barcelona..

No pasarán! -oí a lo lejos sin apenas eco-. Mi ciudad no caería ante ellos, si me quedaba un haz de fuerza en mis manos -contesté sin dejar de disparar-. La misma fuerza de una guerra que nos llevaba a morir, incluso estando vivos. No llores -le dije a mi camarada dándole un abrazo- esto no acaba así.

Un beso, dame un beso... -pedí yo a una miliciana antes de... ver como todo lo que me rodeaba se derrumbaba como un castillo de naipes. Seguía quedándome algún cigarro, el aliento para respirar y mis compañeros valientes y eternos... a mi lado. Ya están aquí -dijo alguien.

Jamás moriríamos.... Jamás."

BARCELONA, finals de la guerra civil. MEMÒRIES D'UNA GUERRA QUE NO VA GUANYAR NINGÚ (gemmalloret !!*!!)


"La  persona  que  baile   bajo la  lluvia  Contigo, será la  que camine  contigo  bajo la  tormenta."


[1] Le hicieron pensar que se encontraba  cerca al puerto, tal vez en  alguna  bodega abandonada.

[2] Nunca  la   había  sentido  y  espero no  sentirla  jamás  nuevamente.  
[3] El agua  corriendo por  las  cataratas  a  borbotones y Ella  sin  un  vaso del precioso liquido
[4] En aquellos momentos comprendió la desesperación del Mendigo, ante  el hambre y la  sed, <literalmente  hubiera  dado la  vida por  un  vaso de  agua  y  un pan>.  
Se mezclaba: la impotencia, la minusvalía  y las  ganas  de supervivencia.
[5] El  líder de  Ellos ( El maestro),  era  un  hombre  silencioso de  mediana  edad,  bajo de  estatura,  de facciones  no  muy atractivas  de  las  cuales  solo era  visible  sus  ojos  atreves  del pasamontañas  (verdes  profundos, con un toca  de maldad  implícito y de  rabia). Su aliento le  hacia  suponer que bebía y  fumaba  antes  de  entrar  al  cuarto. El nivel  de  excitación  que  veía  en sus  ojos, cuando implantaba las  torturas, notaba un rasgo de  sadismo , crueldad,  de control y  de  poder . Un joven   mucho menor (18-20 años), lo  acompañaba   ocasionalmente,  alto,  delgado,  su cara infantil  con  facciones  finas y  con  ojos negros  , profundos.

[6] Era  bien  conocido  que    las  mujeres  resisten más el dolor (por sus  agresores), una  que  fue  especialmente  dolorosa  y traumática: el  colocar  electricidad  en sus pezones o introducirle  púas( palos  de rosas) por la  vagina o el  ano
[7] Els  segadors- Himno  catalán

[8] Primero  se  cortaría la  lengua  antes  que delatar a sus compañeros de  juego ,con los que  formo su  ideal  de revolución,  y su  primer   gran amor de  juventud. Prefería  su muerte  a la de estos niños( jugando a ser hombres , que  nunca  sostuvieron un  fusil en sus manos).
[9] Cuando  los reos no eran útiles, eran  llevados a  celdas  aisladas,  y los  apartaban del resto del  grupo, así  fue  como  conoció  a  muchos  lideres, escritores y  políticos.




Su retrato de miliciana con el fusil al hombro en una terraza de Barcelona, tomado por el fotógrafo Hans Gutmann, la inmortalizó como uno de los iconos de la Guerra Civil
La sonrisa de una miliciana, fusil al hombro, mirando a la cámara en una terraza de Barcelona se convirtió en uno de los iconos más emblemáticos de la Guerra Civil y la resistencia antifascista frente al golpe de Estado que perpetraron militares. Esa sonrisa era la de Marina Ginestà y fue el fotógrafo Hans Gutmann quien la inmortalizó. Casi 77 años después de aquella instantánea, Marina Ginestà ha fallecido este lunes en París a los 94 años.
Cuando en verano de 1936 posó orgullosa y desafiante en la terraza del Hotel Colón de Barcelona para Gutmann, ella tenía 17 años, un carné de las juventudes socialistas y el sueño de una revolución. Vestida con un uniforme miliciano, con el cabello al viento, pertrechada con un fusil que portó por primera y última vez en toda su vida, ella vivía un momento histórico, la primera victoria del pueblo en armas frente a los militares alzados contra la República. "Es una buena foto, refleja el sentimiento que teníamos en aquel momento. Había llegado el socialismo, los clientes del hotel se habían marchado. Había euforia. Nos aposentamos en el Colón, comíamos bien, como si la vida burguesa nos perteneciera y hubiéramos cambiado de categoría rápidamente", afirmaba Ginestà en una entrevista con la Agencia Efe en su domicilio de París en 2008.
Como periodista, Ginestà vivió la guerra desde una trinchera militante esforzándose en mantener alta la moral republicana
Antes del inicio de la contienda, Ginestà y otros muchos idealistas preparaban la Olimpiada Popular como respuesta a los Juegos Olímpicos que ese mismo año organizaba la Alemania nazi. "Éramos tan ingenuos que pensábamos que el levantamiento militar era contra la Olimpiada popular", aseguraba en dicha entrevista. Hicieron falta muchos días para que aquellos jóvenes entendieran que afrontaban una cruenta guerra que acabaría con sus sueños.
Primero como traductora del enviado especial del diario soviético Pravda Mijail Koltsov y luego como periodista de varios medios republicanos, Ginestà vivió la guerra desde una retaguardia militante, esforzándose por mantener alto el ánimo de su bando. "Éramos periodistas y nuestra profesión era que no decayera nunca la moral, difundíamos el lema de Juan Negrín 'con pan o sin pan, resistir'. Y nos lo creíamos", afirma la mujer, convencida ahora de que los datos que contribuía a propagar habían sido falsificados para mantener viva la ilusión de la victoria.
De la mano de Koltsov asistió a la entrevista que mantuvo en agosto del 36 con Buenaventura Durruti en la localidad maña de Bujalaroz, una conversación de alto nivel político que Ginestà asegura que costó la vida a ambos, porque Stalin les estaba espiando y no debió apreciar lo que se dijeron.
"Teníamos la sensación de que la razón estaba con nosotros y que ganaríamos la guerra"
De su trabajo en la retaguardia también conservaba recuerdos duros, como la visita a un hospital barcelonés para identificar cadáveres. "Es el recuerdo más terrible que guardo de la guerra. Por primera vez tuve una idea de la muerte. Vi a una mujer muerta con su hijo en brazos... Todavía hoy me viene a la mente ese recuerdo".
Pero los momentos más duros llegaron cuando tuvo que abandonar el país camino del exilio francés, su patria de nacimiento. En el paso de los Pirineos perdió a su novio, comisario político, pocos días antes de reencontrarse con sus padres. La llegada de los nazis les obligó a tomar un barco con destino a América. La nave, que se dirigía al México de Lázaro Cárdenas donde los aguardaban con los brazos abiertos, se desvió para ganar tiempo a la República Dominicana. Ginestá pasó también por Venezuela. Sólo entonces sintió que la guerra estaba perdida.
"La juventud, las ganas de ganar, las consignas,... yo me las tomaba en serio. Creía que si resistíamos ganábamos. Teníamos la sensación de que la razón estaba con nosotros y que acabaríamos ganando la guerra, nunca pensamos que acabaríamos nuestras vidas en el extranjero", afirmaba en 2008. La decepción de la derrota, el recuerdo "de los compañeros que se quedaban atrás, muchos de ellos fusilados", se mezclaba entonces con el sueño de que las democracias europeas vencieran al fascismo en la recién iniciada Guerra Mundial.
"Dicen que en la foto tengo una mirada arrebatadora. Es posible, porque convivíamos con la mística de la revolución"
"Esperábamos que ganaran la guerra, que en España volviera la República y que Franco fuera fusilado", asegura. Marina Ginestà no conocía la foto del hotel Colón, ni el simbolismo que ésta ha adquirido con el tiempo. La instantánea se encuentra en los archivos de Efe y un documentalista logró hace años descubrir la identidad de la modelo y localizar su paradero. Ella consideró que la imagen tiene algo de artificial. "Dicen que en la foto del Colón tengo una mirada arrebatadora. Es posible, porque convivíamos con la mística de la revolución del proletariado y las imágenes de Hollywood, de Greta Garbo y Gary Cooper", recordaba entonces.
En 1946 se encontraba exiliada en la República Dominicana, cuando tuvo que  volver a huir perseguida por el dictador Rafael Trujillo. Se casó en segundas nupcias con un diplomático belga, con el que volvió a Barcelona en los años 1960. Ella misma desconocía la fotografía hasta que la vio por primera vez hace una década.
Este lunes falleció en un hospital de la capital francesa, donde había vivido los últimos 40 años.
(Fuente de la foto y el artículo (NACIÒ DIGITAL.CAT -Tarragona)

[ii] No supo cuantos  días    estuvo   allí, rodeada  de  sus propios  excrementos y  entre  la  sangre   que no supo identificar  de  que  parte provenía.  Las lagrimas  de  Nuria, tras la  desesperación del  encierro  y el  presentir  su  trágico  final,  empezaron  a  rodar por  sus  mejillas ( al son  como  caen  las  gotas   da  lluvia) .  





Amigos hoy me retiro con un discurso de una gran película.
El Gran Dictador) se estrenó en 1940. Dirigida, escrita y protagonizada por Chaplin, el filme se trataba de la primera película sonora del genio.
¿Cuánto hemos cambiado desde entonces?

EL GRAN DICTADOR
Lo siento, pero no quiero ser emperador. No es lo mío. No quiero gobernar o conquistar a nadie. Me gustaría ayudar a todo el mundo, si fuera posible: a judíos, gentiles, negros, blancos. Todos nosotros queremos ayudarnos mutuamente. Los seres humanos somos así. Queremos vivir para la felicidad y no para la miseria ajena. No queremos odiarnos y despreciarnos mutuamente. En este mundo hay sitio para todos. Y la buena tierra es rica y puede proveer a todos.

El camino de la vida puede ser libre y bello; pero hemos perdido el camino. La avaricia ha envenenado las almas de los hombres, ha levantado en el mundo barricadas de odio, nos ha llevado al paso de la oca a la miseria y a la matanza. Hemos aumentado la velocidad. Pero nos hemos encerrado nosotros mismos dentro de ella. La maquinaria, que proporciona abundancia, nos ha dejado en la indigencia. Nuestra ciencia nos ha hecho cínicos; nuestra inteligencia, duros y faltos de sentimientos. Pensamos demasiado y sentimos demasiado poco. Más que maquinaria, necesitamos humanidad. Más que inteligencia, necesitamos amabilidad y cortesía. Sin estas cualidades, la vida será violenta y todo se perderá.

El avión y la radio nos han aproximado más. La verdadera naturaleza de estos adelantos clama por la bondad en el hombre, clama por la fraternidad universal, por la unidad de todos nosotros. Incluso ahora, mi voz está llegando a millones de seres de todo el mundo, a millones de hombres, mujeres y niños desesperados, víctimas de un sistema que tortura a los hombres y encarcela a las personas inocentes. A aquellos que puedan oírme, les digo: "No desesperéis".

La desgracia que nos ha caído encima no es más que el paso de la avaricia, la amargura de los hombres, que temen el camino del progreso humano. El odio de los hombres pasará, y los dictadores morirán, y el poder que arrebataron al pueblo volverá al pueblo. Y mientras los hombres mueren, la libertad no perecerá jamás.

Soldados. No os entreguéis a esos bestias, que os desprecian, que os esclavizan, que gobiernan vuestras vidas; decidles lo que hay que hacer, lo que hay que pensar y lo que hay que sentir. Que os obligan a hacer la instrucción, que os tienen a media ración, que os tratan como a ganado y os utilizan como carne de cañón. No os entreguéis a esos hombres desnaturalizados, a esos hombres-máquina con inteligencia y corazones de máquina. Vosotros no sois máquinas. Sois hombres. Con el amor de la humanidad en vuestros corazones. No odiéis. Sólo aquellos que no son amados odian, los que no son amados y los desnaturalizados.

Soldados. No luchéis por la esclavitud. Luchad por la libertad. En el capítulo diecisiete de san Lucas está escrito que el reino de Dios se halla dentro del hombre, no de un hombre o de un grupo de hombres, sino de todos los hombres. En vosotros. Vosotros, el pueblo tenéis el poder, el poder de crear máquinas. El poder de crear felicidad. Vosotros, el pueblo, tenéis el poder de hacer que esta vida sea libre y bella, de hacer de esta vida una maravillosa aventura. Por tanto, en nombre de la democracia, empleemos ese poder, unámonos todos. Lucharemos por un mundo nuevo, por un mundo digno, que dará a los hombres la posibilidad de trabajar, que dará a la juventud un futuro y a los ancianos seguridad.

Prometiéndoos todo esto, las bestias han subido al poder. Pero mienten. No han cumplido esa promesa. No la cumplirán. Los dictadores se dan libertad a sí mismos, pero esclavizan al pueblo. Ahora, unámonos para liberar el mundo, para terminar con las barreras nacionales, para terminar con la codicia, con el odio y con la intolerancia. Luchemos por un mundo de la razón, un mundo en el que la ciencia y el progreso lleven la felicidad a todos nosotros. Soldados, en nombre de la democracia, unámonos.

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1 comentario:

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