DIARIO DEL TORTURADOR
UNA ROSA Y UN LIBRO
ALEXANDRA DEL PILAR MURCIA BALLESTEROS (ROMA I)
|
|
CAPITULO I
EL TORTURADOR DE LAS ROSAS
Colocarse en aquella cama, era sentir el suave tacto de las sábanas satinadas, despertando todos y cada uno de sus sentidos; con ello la inevitable curiosidad innata que le llevaba a preguntarse... ¿Cuál sería el acto del día?
Un cava de buena calidad o quizás un Champagne, reposaba en la hielera a la espera de encontrar ese momento ideal para descorcharlo.
El set de la escena...
La cama, preparada con sabanas satinadas blancas y en el centro, contrastando, una “Rosa roja”, < hermosa como ninguna>.
- Andrea la tomó en sus manos, mientras concluía; por las gotas de rocío aún vivas en sus pétalos que era recién cortada.-
Tratando de saciar su morbosa curiosidad y el pequeño sadismo que todos guardamos en lo más recóndito de nuestra alma. Recorrió con el dedo los bordes cortantes de las afiladas espinas, a sabiendas que la podrían lastimar.
Sus deseos morbosos podían más que su coherencia, haciendo caso omiso; se dejó extasiar por la perfección natural de las formas, comparable solo con un escalpelo, < en su concepto el mejor de los instrumentos médicos, por sus cortes precisos y certeros>.
Su mente divagaba, interrogándose sobre la efímera percepción de la belleza, “Las espinas eran igualmente hermosas como punzantes, tan suaves y frágiles como los pétalos y aun así ser las causantes de los más terribles daños. La combinación perfecta entre la fuerza y la precisión de un bisturí, hecho que no le resto su singular encanto, al contrarío lo potenciaba...En sensaciones límites para sus excitados sentidos”.
El disfraz del día…Un corsé rosa y blanco, con un antifaz plateado.
El detalle innovador; una capa de terciopelo roja, con una gran capota, acompañando el atuendo, una peluca negra con un corte medio Bob muy parecida al de una Caperucita moderna y muy sexy.
Se colocó una a una, con gran lentitud cada prenda, sin omitir ningún detalle, terminando con los ligueros que sujetaban las medias de maya. Algo de maquillaje ligero reposaba sobre la mesa de noche, con el único fin de centrar su atención en aquellos expresivos ojos y resaltar con ello sus facciones infantiles, rematando con unas pestañas postizas que le daban un toco de profundidad y fatalismo a la mirada.
Al terminar una sonrisa picarona entre santurrona y sarcástica se dibujó en sus labios, al ver en aquel reflejo en el espejo, un fantástico resultado final. La pieza única, anhelada por el más afamado coleccionista, tan apetitosa como efímera, comparable solo la más dulce de las fresas (maduixes) e igualmente tan perfecta como inalcanzable.
Una última imagen quedó grabada en su memoria fotográfica, mientras las luces se apagaban lentamente para sus ojos, al cambiar el antifaz por la venda y sujetar sus muñecas con unas esposas aterciopeladas…
Su mente divago mientras recordaba el modus operandí de aquellos asesinatos seriales, tan nombrados por aquellas épocas en un región cercana a Valencia con varias pequeñas niñas y con un componente claramente religioso asociado a rituales satánicos.
Niñas vírgenes cuyos pezones fueron arrancados, lo mismo que la piel de su espalda; si fuera verdad lo que se comentaba su suerte estaba escrita, un tipo de organización de alto rango era parte de la misma, incluso se hablaba de grandes influencias del Vaticano.< Un leve temor se apodero de ella, al recordar las evidencias dejados en los cuerpos de estas niñas, sometidas a torturas indescriptibles hasta la muerte, incluso un vídeo perdido en lo que parecía ser una antigua capilla abandonada, con instrumentos de tortura antiguos y oxidados, hombres ataviados con sotanas de Antiguos monjes, donde innegablemente si existe un poder maléfico este era palpable en aquella escena>. Como olvidar los restos de tallos de espinas que fueron sacados del interior de sus vaginas y que perforando sus entrañas.
Mientras sus pensamientos divagaban, hizo su aparición en escena…
Un caballero muy bien formado, atractivo como ninguno , con aquel toque excitante que solo lo tienen los malosos , “El Pirata que efectivamente le robaba el corazón”. Respiro profundo al notar que no se encontraba ataviado como monje y la melodía de fondo no eran cantos gregorianos.
Su papel de personaje siniestro o ángel caído. <El chico de cabello largo y en desorden, con una hirsuta barba de pocos días, terminaba su atuendo con unos pantalones bombachos y una camisa blanca que contrastaba con el bronceado de su piel. El pecho al descubierto, dejando ver los pectorales cual pastilla del más exquisito chocolate a degustar, llamativo como ninguno, el detalle del parche del ojo y el sombrero>... -Hoy mi torturador, es un JACK SPARROW-Pensó Andrea.
La escena ya estaba lista, cuándo las luces se apagaron, anunciando así que la obra estaba a punto de empezar…
Se abrió el telón, < La apertura de la capa>, y con él, la inauguración del acto, inició la función:
- Al acercarse, sus sentidos se activaron, saboreó y olfateó, como una sabuesa detectó el refrescante y salado olor, el que solo puede tener un capitán, un hombre de mar, un navegante.
Andrea se dejó extasiar con el olor que inundó sus sentidos, la fusión ideal entre el frescor de la lavanda y el fuerte olor de la madera <su colonia>, que se mezclaba el sudor emanante de un cuerpo después de un arduo día de trabajo(Un leñador).
El toque perfecto de Testosterona “EL OLOR A MACHO” , que tanto excita los sentido embruteciéndoles y despertando aquel lado salvaje, la dosis precisa y necesaria para activar cada uno de los hilos del deseo, las bajas pasiones ocultas en el cuerpo de cualquier mujer.
El suave tacto de los pétalos de las rosas que la recorrían desde el talón hasta la ingle, hacían una combinación danzante con los besos.
Después de aquel preámbulo el que antecede a la intempestivo temporal, el hundimiento; que logró derretir el corazón de hielo de esta mujer, mientras su cuerpo se fusionaba con el líquido frío que identificó por el olor como a un buen cava, y que en la medida que caía sobre su piel se evaporaban, chispeando, no tolerando el calor emanante de su ser,< cocinando sus deseos, en el más suculento de los platillos, con los líquidos corporales que emanaban de su interior>…
Los toques suaves de un inicio se tornaron cada vez más fuertes e intensos , cambiantes, entre los suaves roces de los pétalos y los rasguños certeros de las espinas. Su sistema adrenérgico se activó potencialmente cada segundo, y con él la emanación hormonal, insuflando un buen flujo de la sangre, a las zonas periféricas y en especial a las mejillas, partes erógenas < dándole aquel leve rubor, ese toque rosa tan sensual del clímax>
Como nadie anhelo, aquellas dos sensaciones tan antagónicas como placenteras, incluso cuando la caricia se tornaba en rasguño, sus límites traspasaban los niveles tolerables del dolor, llegando a ser sensaciones únicas, tan deseables incontrolables.
Apagando el fuego, el frío intenso del hielo que pasaba rápidamente de estado sólido a líquido cuando rozaba su caliente piel, mezclados con las gotas de sudor y fluidos corporales. <Una sensación tan suculenta como refrescante>,
Sofocando la llama intensa de su interior ardiente y erizando cada fibra de su ser.
El ambiente poco a poco se fue inundando de una estimulante y dulzón olor, excitante y tan conocido para ella que su mente rápidamente voló aquellos espacios guardados en su memoria,< el calor del hogar, la taza caliente, e inevitablemente a los sueños de invierno>…La caída lenta y tibia del líquido caliente, dejando a su paso aquella sensación acogedora, que se filtraba por cada poro de su piel, para acabar finalmente el recorrido al llegar a su objetivo, el corazón de Andrea ,derritiendo aquel trozo de hielo que había en su lugar.
“Sus blancas colinas y con curvas casi perfectas, se pintaron de un tono marrón, cual nevados y volcanes a punto de hacer erupción”. Las protuberancias de sus senos, dejaban deslizar gota a gota el chocolate, que para ese entonces ocupaba cada espacio de su geografía, tomando posesión de cuanto recoveco y caverna encontraba a su paso , no quedando así ningún rincón oculto en su cuerpo que no se impregnan de él... Para luego ser retirado con el mejor de los instrumentos, una lengua juguetona, que con besos jugosos y certeros ,hacían su mejor deleite.
Una extraña mezcla, la fusión perfecta, se gestó a su alrededor, el olor y la crepitación del Chocolate derretido con aquel licor suave y la dulce fresa.<MADUIXAS I XOCOLAT>.
“El más exquisito platillo, diseñado para el fino paladar del mejor de los degustadores, tan único y afrodisíaco--- Cual manjar de dioses, que jamás labios humanos osaron probar...FONDUE DE CHOCOLATE.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario